“Lo sabio es la meta del alma Humana y, a medida que se avanza en sus conocimientos, se va alejando a su vez el horizonte de lo desconocido”
Heráclito
Inauguramos nuestro blog, con un artículo que fundamenta nuestra esencia y nuestra forma de trabajar y que da sentido al nombre de nuestra consultora. Queremos que este sea el primero de una serie de artículos donde iremos expresando todo el saber acumulado a lo largo de nuestra dilatada experiencia profesional.
Al aprendizaje se llega desde la práctica, desde la experiencia y la reflexión, y por más que la canción diga que veinte años no es nada, a los profesionales que integramos Tresvias Training sí que nos ha dado para mucho.
Toda esta experiencia que hemos acumulado a lo largo de estos años, lo hemos conseguido tras el paso por situaciones distintas, en más de un centenar de empresas, de diferentes sectores, y acometiendo muchos tipos de proyectos.
Esta sabiduría, nos han permitido llegar a conclusiones comunes en los campos del aprendizaje y el cambio, en el desarrollo de las competencias profesionales, y por ende en el desarrollo del talento.
Uno de nuestros grandes aprendizajes es lo práctico que resulta integrar los procesos de la consultoría de recursos humanos con la formación y el coaching. La integración de estos elementos en un todo global es un elemento diferencial de Tresvias Training, así como la posibilidad de que sus consultores puedan moverse indistintamente en la aplicación práctica de cualquiera de las tres áreas de trabajo.
El inicio del proceso de trabajo con nuestros clientes siempre viene de su percepción de una determinada necesidad, que puede ser de formación en algo concreto, y que cuando se ahonda en ella se ve la necesidad de realizar una consultoría previa. A veces solo le ponemos nombre a las cosas que ya se están haciendo, y en otros casos se quiere desarrollar una competencia y el cliente está confuso pues no sabe de dónde se parte, y/o hacia donde se quiere llegar.
En otros casos, se inicia el proceso desde una consultoría de assessment o a partir de una evaluación de desempeño, y desde esta evaluación comienza el desarrollo y la elaboración de planes de formación concretos para determinados colectivos con necesidades especificas de desarrollo de competencias. Estos planes pueden contener tanto cursos como acciones de coaching individual o de equipos.
El planteamiento de una necesidad nos lleva a la otra o viceversa porque una acción de coaching puede también conducir a la evaluación y a plantear una formación específica.
Son varias las ventajas de realizar una consultoría previa en formación, una de ellas es que se evitan problemas de falta de adecuación de los contenidos, o de diseño ajustado a las necesidades, como por ejemplo ofrecer una formación en técnicas exclusivamente cuando existe un problema de paradigma o de cambio de hábitos.
Otro de los beneficios tiene que ver con la rentabilidad de la inversión que hacen los clientes en proyectos de desarrollo de recursos humanos. Dicha rentabilidad depende de la eficacia a la hora de ser implantados y esta eficacia es una consecuencia del grado de respuesta a las necesidades reales de los colectivos y del aprovechamiento que éstos hacen de las acciones de desarrollo.
Otra ventaja es el aumento de satisfacción tanto por parte de los colaboradores como por parte de los gestores del capital humano. Si en la fase previa (consultoría), se analizan las necesidades y se individualizan las acciones de apoyo, se ajustan a las necesidades reales y se evitan situaciones de “café para todos” como política a aplicar a la hora de decidir quienes acuden a una determinada acción formativa o quienes tienen acceso a sesiones de Coaching individualizado.
La evaluación nos lleva a plantear nuevas necesidades en el individuo, en el equipo, en la organización en general, y en las áreas de apoyo a los recursos humanos.
Trabajar los procesos de manera integral mejora la eficacia de los resultados, pues permite que tanto el cliente como la empresa consultora, aborden conjuntamente los procesos de manera global. Este enfoque evita los posibles problemas de centrarse solo en aspectos parciales. Es como tratar solo el síntoma, sin ahondar en la raíz de la “enfermedad-necesidad”.
El desarrollo del talento en las organizaciones debe formar parte del negocio y de la estrategia de la empresa. Por este motivo, los planes de desarrollo deben responder a las necesidades reales de la organización y de las personas, y centrarse en el aprendizaje y en el cambio como motores del crecimiento. Cuando hay un cambio de estrategia en la empresa o un cambio en la cultura o los valores, las personas necesitan algo más que adaptarse. Necesitan desaprender viejas formas de hacer las cosas para aprender con otra actitud los nuevos comportamientos. Integrar la consultoría en los procesos de desarrollo del talento permite hacer el ajuste fino que optimiza el potencial al orientar el desarrollo de manera global e individualizada.
Desde Tresvías Training, abrimos las ventanas del aprendizaje a visiones globales, integrales, que fomentan en las personas la capacidad de aprender continuamente. Estimulamos nuevas formas de ver y percibir la realidad, de captar nuevos horizontes, para afrontar los desafíos del crecimiento y de la innovación como garantía de supervivencia de las empresas.
Cándida Bueno y Pepe Bernardos socios directores de Tresvias Training
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